#11 - Conversaciones
“You live through certain things before you understand them. You can’t always take the analytical position”.
-Sally Rooney, Conversations With Friends.
Hay algo que forma parte de mis obsesiones cotidianas, y que si más o menos me conocen personalmente o leyeron ediciones anteriores de Fárrago quizás ya se hayan dado cuenta. Por “algo que me obsesiona” me refiero a algo que me interpela mucho y sobre lo cual vuelvo constantemente: me gusta observar, pensar y reflexionar sobre cómo nos vinculamos y buscar patrones de comportamiento individuales y colectivos (¿alguien dijo socióloga frustrada?). Me divierte y me resulta necesario hacerlo, pero a veces es difícil porque yo soy protagonista de esos vínculos y lo que observo inevitablemente está sesgado por mi propia mirada y experiencia.
En estas últimas semanas todo me condujo a escribir sobre otra cosa que me parece imprescindible en esta aventura de vincularse (vinculearse también, ya que estamos): conversar. Forjar vínculos de cualquier tipo requiere de aprender a comunicarse, que además me parece en general un desafío enorme. Para mí es una habilidad en constante desarrollo y a veces me tengo que obligar a afrontar conversaciones que, o bien no sé cómo proponerlas porque no tengo experiencia en determinada situación o directamente quiero huir de ellas porque me ponen en una posición vulnerable que sí, es incómoda. Pero después pienso: ¿cuánto más placentero es el vínculo con otra persona si media el diálogo, por más incómodo que sea?
Hace unos días me frustré porque no supe cómo comunicarle algunas cosas a uno con el que me estuve viendo hasta hace poco, por ejemplo. Pero esto no es un llanto personal sobre salir con #varones, sino más bien, una especie de oda a la conversación y una invitación a repensar(nos). Comunicar y vincularse con otrxs es más complejo de lo que creemos, y realmente en el fondo no sabemos bien cómo hacerlo. Lo vamos aprendiendo medio a los tumbos a medida que nos pasan cosas, y requiere de una fortaleza inusitada.
“Los bordes el corazón se dibujan así como se borran”.
-Mimos son mimos, Babasónicos (Trinchera, 2022)
Una vez me dijeron algo muy lindo que atesoro casi como subtítulo de vida: que mi “don” son las personas, y que llego a ellas a través de las palabras 💛. Al menos eso intento: observar y pensar también es saber escuchar. Un poco por eso escribo estas cartas y un poco por eso también creo que ahora me resulta bastante fácil conectar (“pegar onda”, en criollo) con personas muy diferentes. Me adapto bien a compartir distintos espacios y eso me permite conversar y aprender mucho de mis amigxs, de quienes no lo son, de mis profesores, de gente con la que trabajo.
Escribo esto y recuerdo que en estas semanas, además, tuve encuentros súper interesantes con varias personas: se podría decir que vivo para esos momentos luminosos. Y gracias a eso, conecté mucho con dos compañeras del grupo con el que entreno los sábados 💛 Descubrimos que compartimos algunas visiones, búsquedas y gustos a pesar de ser de ¡tres! generaciones diferentes y eso desembocó en empezar a forjar un vínculo que me tiene muy sorprendida y contenta☺️Nos estuvimos acompañando mutuamente en unos momentos complejos y compartir conversaciones con ellas me dio mucha claridad y cariño cuando algunos domingos se tornaron un poco fríos y opacos, pero también mucha diversión y complicidad.
✨ Me parece algo para destacar porque nos enseñaron a priorizar los vínculos sexoafectivos en detrimento de los amistosos y al final del día, cuando te agarra un episodio de ansiedad dominical, son lxs amigxs quienes aparecen primero. O esa es mi experiencia, al menos. Recomiendo fuerte abrirse a eso no importa la edad que tengas *se emociona*.
Libro: Conversations With Friends - Sally Rooney
En el 2020 miré Normal People, una serie que me partió la cabeza y luego leí el libro en el que se basaba, escrito por Sally Rooney. Después fui a buscar su novela debut, Conversations With Friends, y me causó un efecto similar. Rooney logró escribir dos historias genuinas sobre mi generación, algo rota y confundida, que tiene problemas para vincularse con otras personas y comunicarse efectivamente.
📚 CWF es una novela que se centra en Frances y Bobbi, dos exnovias devenidas en mejores amigas que tienen un vínculo muy fuerte pero algunas conversaciones pendientes. Cuando conocen a Melissa y Nick, un matrimonio diez años mayor, se ven inmersas no solo en un mundo de casas y fiestas de lujosas, sino también en una compleja dinámica poligámica asimétrica centrada en Frances y Nick. Esta situación obliga a la primera a confrontar con sus propios sentimientos y vulnerabilidades por primera vez.
La novela se publicó en 2017 y se convirtió en un éxito editorial inmediato porque nos habla directamente a lxs millennials sobre cosas que nos interpelan (Rooney la escribió a los 26, apenas egresada de la universidad). Es una novela súper intensa y atrapante hasta el final, mordaz y filosa pero reflexiva. Releo este y Normal People todos los años y aunque acá se consiguen en inglés y en castellano, de ser posible es mucho mejor leer a la autora en su idioma original. Sexualidad, relaciones modernas, diferencias de clase y poder, capitalismo y mercado de trabajo, problemas de salud mental y familias quebradas son algunos de los temas centrales que aparecen en la obra de Rooney.
✨Para emoción mía, el domingo pasado Hulu estrenó la adaptación de CWF en formato miniserie (la pueden ver en Stremio). Obviamente ya la miré entera y me estrujó el corazón porque está muy bien adaptada y actuada. La dirige Lenny Abrahamson, el mismo detrás de Normal People (ya les voy a contar por qué soy tan insistente con esta). Vale muchísimo la pena: el trabajo de lxs protagonistas me gustó mucho porque cada unx construye su personaje de manera precisa y tan entrañablemente como los escribió Rooney en la novela. Ningunx resalta por sobre lxs otrxs, a pesar de que vemos todo a través de los ojos de Frances (Alison Oliver), y por ende, es quien tiene más tiempo en pantalla.
Además, la dirección de arte, la fotografía y el diseño de vestuario son hermosos. Me encantó el contraste de color y texturas en el vestuario de Frances y Bobbi (y los looks de Frances son todo lo que quiero usar este año).
En qué ando
Leyendo:
Esta nota en Maleva Mag sobre “salir a los 30”, es decir, lugares (en porteñolandia) para millennials-consumidores-exigentes-y-en-busca-de-algo-copado-y-cómodo. SÍ SOY.
De hecho, estoy armando un mapita con lugares para merendar, otro con lugares para almorzar/cenar y otro con bares y vermuterías que conozco o quiero conocer, y la idea es incorporar lugares por fuera de CABA también.
Mirando:
Volvió el ciclo Mentira la verdad, el programa de Canal Encuentro con Darío Sztajnszrajber que, a través de episodios muy breves aborda algunos temas desde una perspectiva filosófica. Si sos una nena progre (?) como yo, seguramente hayas visto episodios como parte de tu formación en la escuela o la facultad, y sino, mega recomendado verlo igual. Esta quinta temporada es una producción audiovisual muy bella junto al Ballet Folklórico Nacional para desarmar temáticas a partir del cruces entre la danza y la filosofía: ya ví los episodios “El cuerpo” y “El colapso” y me gustaron mucho (puntos extra para la dirección de arte y la música).
Observando:
Me dí el gusto de ir a conocer hace unos domingos Verdín café y su terracita apta para el sol otoñal. Es un típico cafecito de especialidad de esos que están de moda y abundan ahora pero es muy hermoso y está en una callecita tranqui de Colegiales. Yo no tomo café así que ni idea la calidad, pero pedí un té Orange Earl Grey y un alfajor de nuez riquísimos. Abren de miércoles a domingos de 9 a 19 hs (Zapiola 1514, CABA).
(Los mejores memes de gastronomía y barrios los hace la gran @emibuch).
Me olvidé de sacar alguna foto pero miren lo que es:
Escuchando:
Estoy obsesionadísima modo fan intensa con Trinchera, el último disco de Babasónicos. Lo escucho una y otra vez a toda hora porque me parece fascinante lo bien que suena y cómo las letras (buenísimas) me representan. Me sorprendió gratamente porque nunca les presté mucha atención (ya sé, no tengo perdón). Los títulos de las canciones encima son espectaculares: mis favoritas creo que son “Mimos son mimos”, “La Izquierda de la noche” y “Bye Bye”.
“Desde el título el álbum propone un refugio del mundo actual, un paraíso etéreo donde la banda argentina despliega todo su arte en un manifiesto de once canciones que combinan deseo, mitología, conciencia, existencialismo y banalidad”, explicaron en un mensaje de prensa.
También estoy estuve con Harry’s House, el disco nuevo de Harry Styles. Uno así que me dedique “Late Night Talking” te pido, barba, copate.
Hasta la próxima
Querida persona que llegó hasta esta parte de la carta: ¡muchas gracias! ¿Cómo estás hoy?
La semana pasada debería haber mandado esta edición pero no logré organizarme para hacerlo, así que sale hoy una más larga y probablemente un poco más floja de lo que querría. Igual disfruté mucho escribirla. No tengo mucho más para comentar salvo EL acontecimiento de la semana (además del Censo Nacional, obvio. En esta casa celebramos con entusiasmo los actos cívicos como los censos y elecciones). A partir de ahora somos contemporánexs a la DOCTORA Taylor Swift.
Por si no te enteraste, el miércoles pasado recibió un Doctorado Honoris Causa en Fine Arts (Bellas Artes) de la NYU por su carrera. KE MUJER POR FAVORR. Ví la ceremonia en vivo online y por supuesto que lloré porque su discurso fue tan divertido como emotivo. La edición que viene seguro hablemos algo de eso.
Gracias por leer hasta acá, y si sos de las nuevas personas que se suscribieron en estas semanas, ¡bienvenidx! ☺️
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¡Que tengas una linda semana!
Un abrazo,
Sofi