#6 - La felicidad cabe en un monoambiente
Cada vez que una mujer se muda por primera vez sola es una ocasión para celebrar. Cuando digo “sola” no me refiero a que sea una especie de ente solitario que no recibe ayuda, sino al hecho de irse a vivir con ella misma: ni pareja, ni con otrxs amigxs. En esa búsqueda de independencia las manos aparecen siempre: alguien que te ofrece ayudarte a buscar alquileres, otrxs que quizás te dan una mano con la mudanza, una amiga que promete ir a cocinarte cuando estés instalada e incluso a veces alguien que te presta su recibo de sueldo para justificar ante los ojos del mal (las inmobiliarias) que aunque no seas millonaria como pretenden, podés pagar el alquiler y las expensas sin problemas.
Vivir sola es una fiesta, y cuando sos mujer, el festejo es doble: bancarte con los ingresos de uno, dos o hasta ¡tres! trabajos es la victoria que supimos conseguir después de siglos de estar culturalmente obligadas a, por ejemplo, casarte con un varón para irte del nido mapaterno. Armar nuestro propio refugio, ya sea en un monoambiente ruidoso de 25 m2 con más cajas que muebles y el colchón que sacaste en cuotas en el piso, o con tooodos los chiches en un lugar amplio y luminoso en el barrio elegido me parece de las experiencias más enriquecedoras y necesarias de la vida. Nunca vas a conocerte tanto como cuando administrás tu hogar, tu espacio, tus tiempos.
Hoy en día lograr eso sigue siendo difícil, al menos por estos pagos: a lxs millennials (1986-1995) y, por extensión, a lxs early centennials (1996-2000), les cuesta mucho más que a las generaciones precedentes algo tan ¿simple? como alquilar. ¿Vivienda propia? I don’t know her. ¿Un Estado que atienda esas demandas de manera eficiente? *cof cof, regulación del mercado, garantías y construcción de departamentos para alquilar * No, dejá, mejor espero sentada.
Veo muchas amigas y conocidas pasar de la casa familiar directo a la convivencia en pareja (incluso si después de una ruptura se van a vivir solas) en parte debido a lo difícil de las circunstancias. Sí, ya sé: vivir en pareja debe ser una experiencia muy linda también (porque ante todo en Fárrago estamos a favor de la ternura y el compañerismo), pero creo que antes de esa instancia, si es posible, es necesario encontrarse a una misma construyendo un espacio propio.
Un cuarto propio
El año pasado leí por primera vez Un cuarto propio, ese ensayo escrito en 1936 por Virginia Woolf que se transformó en material obligatorio de lectura en la lucha por un mundo pleno en igualdad de género. Lo leí despacio, consciente de la fuerza del texto y de mis ganas de degustar lentamente las ideas que tan corajudamente compartió hace más de 80 años.
La edición ✨HERMOSA✨ que tengo es de Fera, traducida por Cecilia Pavón, comentada y prologada por @agusrecomienda. Es un libro-objeto que incluye anotaciones marginales, ilustraciones muy lindas de @eugendibuja y unas breves guías de lectura al final de cada capítulo. Lo consiguís acá o en la librería de tu barrio.
En el libro, Woolf analiza la figura de la mujer históricamente excluida del ámbito académico por una sociedad patriarcal, y relegada a la intimidad más opaca de los hogares. Una mujer de la que se sabe poco y nada, “ausente de la historia” y “pobre desde el principio de los tiempos”. Una mujer que en la ficción escrita por hombres “es de suma importancia” (las MUUUUSAAS) pero que a nivel práctico es insignificante.
“Así que cuando les pido que ganen dinero y tengan un cuarto propio, les pido que vivan en la presencia de la realidad, una vida estimulante, más allá de si puede ser comunicada o no”.
Woolf, más que invitar, exhorta a las mujeres de su época a escribir y a vivir por fuera del camino trazado por el estricto código socio-moral.
Y creo que algo que podemos intentar hacer para honrar su obra y la vida de nuestras predecesoras es justamente eso: aprender cosas nuevas, leer, escribir. Conquistar territorios, viajar, escalar montañas y recorrer pueblitos. Vivir solas al menos una vez en la vida si se nos presentan las oportunidades.
“Espero que lleguen a tener el dinero suficiente para viajar y tener tiempo de ocio, para contemplar el futuro o el pasado del mundo, soñar con libros y dar vueltas por la calle dejando que el pensamiento se hunda en la corriente”, escribió. En eso estamos, Virginia.
The Batman (2022)
BUENO. No iba a incluir mi apreciación sobre la película en este apartado, pero anoche finalmente vi esta remake de mi superhéroe favorito y realmente no puedo creer lo que estoy escribiendo: NO ME GUSTÓ 💔. De hecho, me pareció hasta bastante mala y en un momento casi me quedo dormida 😭
Dirigida por Matt Reeves y protagonizada por Robert Pattinson1 y Zoe Kravitz como Catwoman, me pareció excesivamente larga para lo aburrida que es. No pretendo hacer un análisis exhaustivo porque necesitaría más espacio (¿alguien dijo podcast?), pero creo que la película no termina de cerrar su propia propuesta. Pretende ser oscura con un aire a las pelis de gangsters de los años 70, pero mete momentos “de humor” (al estilo Marvel, sin serlo) que no le causaron gracia a nadie más que a un ruidoso espectador de mi fila 👀
Tampoco sostiene la intriga y el suspenso y la verdad es que el manejo de cámara y los planos podrían haber sido mucho mejores. Zoe Kravitz hace una Selina Kyle digna, pero acá discrepo con Taylor Swift: no hay mejores Catwoman que las de Anne Hathaway o Michelle Pfeiffer, mo me molesten. La tensión sexual/química entre Pattinson y Kravitz no sé dónde la vieron: si la sentís, ¿me avisás?. Y Colin Farrell como el Pingüino está desaprovechadísimo. ETC.
Hay algo de lo que me hago cargo: yo soy además muuuy fan de la trilogía de Christopher Nolan, que es “mi” Batman. The Dark Knight (que volvió célebre al ✨ Joker de Heath Ledger ✨) es literalmente una obra maestra que miro, como mínimo, cada dos años. Con eso en mente, tuve que hacer un esfuerzo concienzudo para no comparar mientras miraba la película, sino más bien tomarla como una obra nueva, aislada. En este punto creo que encuentro lo más logrado deThe Batman: el de Pattinson es un Bruce Wayne joven, antisocial, deprimido y emo (y está hermoso, CLARO). De hecho, así debería haber sido su Edward Cullen en esa bazofia de Twilight, pero lo hablamos otro día (?).
Y la verdad es que… EILF: Emo I’d Like to Fuck. Se me acaba de ocurrir que en la foto 3 tiene un aire a Sebastian Stan como el Soldado de Invierno, que es obviamente el emo del MCU.
En fin: me gustó más verlo en las escenas como Bruce Wayne que en las que tiene el traje ya que no terminé de creerle a su Batman: no me pareció que estuviera cómodo en el papel, su voz estaba muy forzada, sus movimientos toscos también. Igual mírenla en el cine (o esperen a que HBO la suba en abril-mayo). Yo soy militante de ir al cine sola porque lo hice toda la vida (literal, desde los 5 años), pero mi recomendación es que trates de mirarla con alguien más y habiendo dormido la siesta por las dudas 👀
En qué ando
Leyendo:
Esta nota de una de las primeras personas que me guió en el oficio del periodismo sobre por qué es necesario un proyecto que amplíe las licencias familiares (maternidad/paternidad) y se ocupe de esa gran deuda pendiente del Estado. ¿Sabían que actualmente tenemos una de las legislaciones más atrasadas en ese aspecto?
Este artículo sobre el auge del vermut 💛 que incluye dos de mis lugares favoritos de esta ciudad para tomar y comer rico, y el resto que está en mi lista para conocer.
Mirando:
Terminé ✨Euphoria✨, la serie de HBO de la que medio mundo estuvo hablando. Se las comento en la próxima edición :)
Me gustó muchísimo Belfast, la última peli de Kenneth Branagh 😍 que recibió siete merecidas nominaciones al Oscar (y una que omitieron injustamente: la de Caitriona Balfe). Filmada en blanco y negro, y con un alto componente autobiográfico, la película se centra en la infancia de Buddy, un niño en medio del conflicto político-religioso entre protestantes y católicos de Belfast (Irlanda del Norte) en la década de 1960. Con este trasfondo, aborda temas muy interesantes como crecer, migrar, el refugio en el barrio de siempre y los lazos significativos en una comunidad, y las elecciones de vida que nos forman como personas. En mí caló hondo porque además tengo una conexión muy fuerte con la cultura irlandesa (algunxs de ustedes saben a qué me refiero ☘️). Bellísima por donde la mires: actuaciones, dirección, diálogos, fotografía. Está en el cine (o por ahí) y acá podés chusmear el trailer.
Observando: soy fan de muchas cosas en materia gastronómica, y mi amor por el helado es histórico. Una noche de muchísimo calor probé los de este lugar y escaló rápido en mi lista de heladerías artesanales favoritas (te juro que la tengo armada). ¿Mis recomendados? Crema Jersey, Dulce de leche y Chocolate 70%.
Hasta la próxima
¡Hola! ¿Cómo estuvo tu finde? El mío casi, casi exclusivamente dedicado a trabajo y estudio: tengo una especie de parcial grupal esta semana y además, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora (este martes 8 de marzo), estuve preparando para Feminacida una nota a contrarreloj que sale el 8. Te escribo varias horas más tarde de lo habitual por eso, sabrás entender.
Para esta edición tenía pensado hablar de otras cosas, pero como se acerca el 8M decidí postergarlas en favor de lo que leíste hoy, y en el medio habrás visto que se coló mi experiencia de anoche con Batman (*seguía llorando* Ojalá no hayas visto mis caras en las historias de Instagram 😂). Ahora ya ya ya mismo te dejo que necsito cenar y meterme en la cama con urgencia porque tengo el cerebro derretido de escribir casi en continuado desde las 9 am.
Gracias por leer hasta acá, y si sos de las nuevas personas que se suscribieron en estas dos semanas, ¡bienvenidx! ☺️
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¡Espero que tengas una hermosa semana!
Sofi
A quien más o menos sigo desde que interpretó Cedric Diggory en HP 4. O sea, soy mayor que ustedes, fans de Twilight: apártense. Recuerdo que mis hormonas a los 11 años estaban enloquecidas mal con esa cara IMPOSIBLE que tiene.